Glorium Organicus

Hora de la merienda, tostadas con mantequilla y Hot Chocolate.

Si, se acabaron los helados de un día para otro; este fin de semana todos tirados al sol en biquini, a principios de semana todos tomando helados como locos, y hoy, pam! te despiertas y el tiempo ha cambiado totalmente. Pasas de una estación a otra en cuestión de horas.

Hace un día gris, frío y ventoso. Suena un disco de Hellsongs, la versión de we're not gonna take it, (dale al play y sigue leyendo, la vida será más feliz por unos instantes) la luz de la calle hoy es diferente, lo se porque desde que estamos instalados aquí miro mucho por la ventana, la otra casa estaba a la altura de un tercero y la vista era totalmente diferente de esta, que es un primero, y las ventanas son más grandes. Observo a los obreros de la calle, (no sabemos porque pero en Amsterdam hay muchísimas obras estos días, y sobretodo en muchas casas, suponemos que tal vez sea por el buen tiempo que ha hecho). Los obreros de nuestra calle son tranquilos, no chillan, de vez en cuando cantan y tienen un ritmo de trabajo constante. Siempre lo tienen todo muy bien recogido. 

Si te tumbas en el sofá ves pasar las nubes por encima de los edificios de manera muy rápida, aquí las nubes siempre van muy rápidas, tampoco sabemos porque. En España cuando te tumbas en un césped y miras al cielo las nubes van lentaaaas lentaaaas... 

Otra cosa que me encanta es pasearme en bici al atardecer por los canales y ver la vida de la gente en las casas, la manía protestante de no poner cortinas porque no tienen nada que esconder a mi me va genial. Crea una atmósfera especial, las luces de los puentes iluminan el canal y las típicas casas holandesas están iluminadas por la luz de las casas, y con un poco de distancia puedes ver la vida en los diferentes pisos, a la velocidad de la bici es genial porque ves muchas cosas. 

Hay muchas curiosidades a comentar, y bastantes diferencias con España, como por ejemplo que aquí las motos 49cc van por el carril bici y sin casco, y un montón de cosas más, pero esto ya sería otro post. 

También me encanta ver a los holandeses sacar las mesas fuera para comer o cenar cuando hace bueno, siempre con mucha clase y finura, tomando vino, charlando relajadamente, usando banderitas para decorar cualquier cosa que hacen en la calle... 

Hoy es nuestra última noche aquí, y de alguna manera, cada movimiento que hacemos por la ciudad es como una despedida, pero de esas de hasta luego, no de adiós, que eso es muy feo, y sin duda que volveremos aquí. Por la ciudad en si, por la gente que hemos conocido, por las experiencias, por todo! Pero ahora hay que mirar pa'lante y prepararnos para el nuevo destino.... 

Y desde aquí damos las gracias a todos los que nos ayudado en esta aventurita, a los que nos hemos encontrado, a los que nos han aportado cosas y un largo etc...