Cámaras, bragas, motos y estrellas

Hace calor en Madrid. Bastante.

Mucho, para ser exactos.

Trabajar en casa a veces mola y otras... bueno, acabas más perdiendo el tiempo que otra cosa.

"Mira! una motita de polvo! Uiii que sed de golpe... A ver esta web, uii ¿y esta? oh! fotos nuevas, uiii que hambreee, un pipi, voy a ponerme a currar va! cliii cliii "hola! como va?" uii hora de merendar! ai mira la motita de polvo otra vez!" Sí, esto a veces pasa, igual que pasa que a veces tardas más de media hora en escoger el disco que te pondrás para currar. Cosas.

Pues podríamos decir, que llevo un poco así algo más de dos semanas, no pasaría nada grave si no tuviera una entrega el 1 de Agosto (sí, cara de susto) que uno curra y mucho, pero no siempre con el ritmo e intensidad que querría, sumado a que en la casa nueva no hay aire acondicionado, pero eso es otro tema.

Así que ayer después de varios quehaceres, trabajo, y visitas varias llegó la noche. Una piensa, "ei es bueno momento ahora para avanzar, hace más fresco..." Y entonces es cuando se activan las alarmas de los timewasters team (freelance en la misma situación que tu jeje)

- voy a hacer la la cena 

- y yo... luego a ver si curro más

- yo tendría que (blablbalabla)

Media hora después de finalizar la conversación ya me habían pasado a recoger por casa y estaba montada en la moto, dirección Pedriza, buscando el fresquito.


Se tenía que testear una cámara, yo sólo iba a hacer de assistant.

Hacía muchos años que no volvía a subirme a una moto de gran cilindrada, aiiis... lo que me gusta a mí una moto... Sentir el aire en todo el cuerpo y la fuerza que tiene, la sensación de libertad, el no pensar en nada y sólo disfrutar.

¿Primera sorpresa de la noche? Ni en moto hacia fresquito! pantalón largo, chaqueta tejana, casco y calor. Aún así que bien se estaba por la autovía, apenas coches y toda la carretera para nosotros.

Llegamos. Acceso cerrado, hay que subir andando. Aparcar la moto. Coger las mochilas, sacar el frontal, ¡no tiene batería/pilas! AHÁ... ¿cómo vamos de batería en el móvil? bien, ok, pues usaremos la linterna del móvil. Empezamos a andar, campo a través. Yo estoy convencida que es mi primera vez en la montaña de noche, porque no recuerdo ninguna excursión nocturna antes. Sigue haciendo mucho calor. Paro y me saco el pantalón. Si, mochila a cuestas, bambas y bragas. Pero eh! y lo fresquita que iba! No corría apenas aire, y el que venía era caliente. So sorry.

No había luna, sólo miles de estrellas. Se escuchaban grillos y nuestros pasos subiendo. A veces también el agua del río. La luz de las estrellas hacía que se apreciarán la silueta de los árboles y las rocas, no sabías de que color era nada, todo era de una gama de colores cálidos, amarillos, anaranjados, marrones... Imaginabas como sería el paisaje a cada paso que dabas, no sabías donde estabas, pero seguro que era bonito. Había tipos de árboles bastante distintos, unos más altos, otros más pequeños, matorrales frondosos, piedras, rocas... Al final llegamos a un sitio que parecía óptimo para fotografiar las estrellas.

Tripode, cámara, movidas técnicas y voilá! un fotón! unas pruebas después nos damos cuenta que no había disparador WTF así que surgió un gran invento con una goma de pelo y unas piedras :)

Me tumbé sobre un pareo a mirar el cielo y me puse la mochila a modo de cojín para estar más cómoda. Qué inmensidad. Todo parecía enorme menos yo, que era tremendamente pequeñita ante todo eso. Ya no teníamos luz, la cámara iba haciendo fotos, y yo observaba todo en silencio, respiraba profundamente aquellos olores, una mezcla de pino, romero, tomillo... Algunas ramas tocaban la piel de mis piernas, ya se notaba algo más el fresco, y de vez en cuando veía estrellas fugaces que me sacaban una sonrisa enorme!

- Nos quejamos mucho, pero al final nuestro trabajo y condición nos permite estar aquí un miércoles por la noche.

- Somos unos afortunados.

Y es verdad, nos quejaremos a veces sobre nuestro wasting time, sobre que no pagan facturas a tiempo, sobre que hay que estar a mil cosas, pero como dice Laura, mi colega actriz, compensa.

Son las dos de la mañana, misión cumplida. Recoger bártulos, bajar. Esta vez sin linterna.

Caminar por el sendero sín luz, fue una sensación nueva rarísima, era como estar dentro de un video juego. No sabías hacía donde tenías que ir, ni que había en el camino, estaba todo oscuro y de vez en cuando aparecía algún brillo. Cuando llevas un rato te acostumbras, y ya no tienes que tocar nada para guiarte. Tus ojos se van acostumbrando y vuelves a mirar el paisaje, el cielo, el horizonte, la inmensidad. Silencios y charlas acompañan el paseo de vuelta.






Llegamos a la moto; antes me pongo el pantalón y la chaqueta. Encontramos el disparador que se había caído. Camino a casa, ahora si, fresquito del bueno, de ese que hace que aprietes los músculos. Entramos de pleno en la carretera, la temperatura ya vuelve a ser de verano, llegamos rápido, bastante. Hacía tiempo que no volvía a casa con olor a motor y gasolina en el pelo. Bonitísmo. Cosas mías.



Llego a casa, me voy a dormir feliz, al final salí de casa, hice una excursión y vi estrellas fugaces. Mañana toca trabajar fuerte. Me pongo el despertador pronto.

Esta mañana me despierto, abro un ojo, miro la hora. Es una hora más tarde de lo que debía ser. No ha sonado el despertador, pero no pasa nada. No estrés. Ayer estuve en la montaña. ¡y lo qué me gusta a mí una montaña!


Y esto es lo que hace un gran fotógrafo con su cámara. Capturar la vía láctea, estrellas fugaces, la magia del Universo.





This entry was posted on jueves, 24 de julio de 2014 and is filed under ,,,,,,. You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0. You can leave a response.

Leave a Reply